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Sexo salvaje con el marido de Ximena 🙈
Posted:Dec 28, 2019 5:05 pm
Last Updated:May 21, 2020 4:45 pm
10770 Views
Ximena es una ex compañera de colegio. Es una de las chicas con las que me volví a reencontrar después de algunos años gracias al Facebook. En una de nuestras últimas reuniones ya lucía una esplendorosa panza de siete meses de embarazo. En esa ocasión vino ella estaba con su marido, Daniel, quién, pese a lo poco que lo trate, me resultó muy agradable y simpático.

Por supuesto que mientras las mujeres nos juntábamos por un lado, para hablar de nuestras cosas, los hombres con Daniel incluido, se pusieron a mirar un partido que pasaban justo a esa misma hora. Fue en ese momento, aprovechando que habíamos quedado solas, que ximena nos comentó a todas que tenía miedo por su marido, y que por eso lo había traído. Cuando le preguntamos de qué tenía miedo, nos dijo que ya hacía un par de meses que el obstetra le había recomendado no tener sexo debido al embarazo, y que eso iba a ser así hasta un tiempo después de que naciera el bebé, ya pasada la inevitable cuarentena. Entonces entendimos a lo que se refería. Tenía miedo que su marido buscara afuera lo que no tenía adentro, y de que le gustara lo que iba a encontrar.

Ella tmb tiene gomas operadas casi como yo, bien paradas duras me ayudo mucho con el tema de mi viudez aunque me cuesta tolerar que deje a su hombre con el pene lleno de leche, con lo lindo que es ver y hacer descargar semen a tu marido..

En ese sentido sus temores eran más que comprensibles. Por más enamorado que esté un hombre la falta de intimidad puede destruir a una pareja, y ella, obviamente, no quería llegar a tal extremo, pero se daba cuenta del riesgo que corría.

-Yo aprovecho para ir despidiéndome de paso ir hasta el kiosco a comprar cigarrillos- le dice él -¿Necesitas algo?-

-No mi amor, nada, estoy bien- le dice ella.

Me despido, le acaricio la pancita, y le prometo volver a visitarla cuanto antes. Salimos con Daniel del departamento y subimos al ascensor.

-Que mal la debés estar pasando, ¿no?- le digo cuándo cierra la puerta y aprieta el botón de la planta baja.

-¿A qué te referís?- me pregunta sorprendido, sin saber a qué me refería.

-Xime me contó de la abstinencia que están teniendo, debe ser terrible- me explayé al respecto.

-Si, la verdad que sí, pero bueno, es cuestión de acostumbrarse.

-Si, pero igual, un hombre como vos no debería aguantarse- le digo con un tono ciertamente especial.

-¿Y qué otra cosa puedo hacer?- más que resignación parecía estar preguntándome si se me ocurría algo.

-Bueno, quizás alguna amiga podría darte una mano- le sugiero.

-¿Alguna amiga de mi señora, tal vez?- sugiere él.

-Es una buena opción- asiento.

El ascensor se detiene en la planta baja pero no salimos. Nos quedamos adentro en otra parte que da a otras escaleras del mismo edificio en la zona de mantenimiento donde yo sabia que no había nadie en ese sector.

-Mirá Lau, los dos somos grandes, ¿esto es una especie de joda o algo así?- me pregunta con la más absoluta seriedad.

-No es ninguna joda, en verdad me gustaría ayudarte- le confirmo.

-¿Entonces?- quiere saber.

-Entonces… si querés podemos vernos mañana, yo salgo de trabajar a las cuatro y media, me pasas a buscar por el trabajo y vamos a un hotel, ¿Qué te parece?- le digo.

-Me parece bárbaro, pero… dame un anticipo ahora, ¡por favor!- me pide casi desesperado.

-¿No se va a preocupar Xime porque no volvés?- me quise asegurar.

-No pasa nada vos le dijiste que ibas al kiosko, sabe que siempre me quedo charlando con el kiosquero- me clarifica, tras lo cual me vuelve a insistir: -Dale, mira como me pusiste- me dice refiriéndose a la fabulosa comba que se le marca por debajo del pantalón.

-subimos las escaleras del sector del edificio B mientras me saca fotos agarrados de la mano, yo le dije que lo haga para compartir el material con ustedes acá en la pagina.

Siento que me mete tremenda mano en la cola,amo que me agarres fuerte la cola eso me excita, me calienta más de lo que ya soy. Cuando llegamos a un pasillo que está a media luz, me inclino de rodillas ante él, y le bajó el cierre del pantalón. Le meto los dedos dentro de la bragueta y se la saco afuera. De solo sentir el tibio contacto de mi piel la pija sale disparada hacia fuera, alzándose bien empinada. Aunque no puedo verla bien debido a la penumbra del lugar adivino las venas bien marcadas sobre su exuberante contorno, puedo sentirlas con mi tacto.

La tiene grande Daniel, con una comba en el medio que hace que la cabeza apunte hacia arriba. Se siente húmeda y caliente, y se nota además que se viene aguantando desde hace rato, tiene las bolas a punto de explotar el pobre.

Agarrándosela siempre con una mano, frotándola suavemente, empiezo por besársela en la punta, untando con la lengua el líquido que fluye espesamente del agujerito, ¡se siente tan rico!, trato de sorber la mayor cantidad posible para luego seguir lamiendo todo el resto. ¡Mmmm! Esta tan caliente que me quema la lengua.

Sus suspiros de placer mi recompensa, me encantan los ruidos que emite un hombre macho cuándo está gozando de verdad. Y si ya gozaba con apenas una lamida, fue mucho mejor aún cuándo me la metí en la boca y me puse a chupársela con el mayor de los deleites, haciéndola resbalar una y otra vez entre mis labios hambrientos de verga. Se la chupaba haciendo ruiditos, mamando cada trozo, cada centímetro, llenándome la boca una y otra vez con tan deleitable manjar, saboreándola a lo largo y a lo ancho, embadurnándolo todo con mi propia saliva.

No teníamos mucho tiempo así que me levanté, me saque el vestido negro ajustado que tenia, junto con la tanga rosa, el aroma de mi conchita toda mojada y ansiosa se esparció por todo el subsuelo, me di la vuelta y sujetándome del pasamanos de la escalera eché la colita hacia atrás, ofreciéndosela en todo su esplendor. Bien parado desde atrás, el marido de mi amiga, que ya tenía la pija a punto de reventar, me la puso con una mano en el sitio adecuado y aferrándome entonces de la cintura me la mandó para adentro de un solo empujón.

-¡Ahhh…!- gemí al sentirla llenándome en esa forma que solo una buena pija puede hacerlo.

Me la empujó bien adentro, como si buscara rellenar cada agujero, y con una fuerza descomunal empezó a moverse, haciéndome sonar las nalgas con cada choque de su pelvis, metía y sacaba, entraba y salía, me cogía maravillosamente, y de parada, estremeciéndome toda con cada embestida. En cierto momento me agarró de los pelos y tirando de ellos, como si fuera la crin de una yegua, aceleró sus movimientos, como si quisiera desfondarme y partirme al medio a puro pijazo.

-¡Cogeme… cogeme boludo…!- le decía yo, girando la cabeza hacia él y mirándolo con carita de viciosa.

Me estaba cogiendo, claro, pero a todos les gusta que se lo pidamos, o que les gritemos: ¡Más… más… dame más…! y el marido de mi amiga se ponía como loco cada vez que se lo decía.

-¡Que bien me cogés!- le gritaba y aunque no decía nada se esmeraba por mantener el ritmo, acentuándolo de vez en cuando con unos golpes que me repercutían hasta en la nuca.

Por entre mis muslos podía sentir un líquido calentito que fluía desde mi interior: me estaba mojando otra vez, me mojaba sin parar, gozando esa dureza exquisita que sentía perforándome hasta lo más profundo, hasta donde me entraba, con los huevos empujando, como queriendo entrar ellos también. Levantando un pie para apoyarlo en el segundo escalón, me abrí todavía más para él, ofreciéndole mi concha bien abierta para que me la reventara a pijazos, para que me la descosiera a ensartes, ¡Era glorioso! Sobre todo porque no se trataba de un tipo cualquiera sino del marido de una amiga. Y me lo estaba garchando en su propio edificio, y de parada. ¿Qué más podía pedir? ¡Ah, ya sé! Un polvo mucho más glorioso aún. Y lo tuve. Tras una arremetida de aquellas, en la que incluso hasta casi pierdo el equilibrio, me dijo que estaba a punto de acabar.

-¡Te voy a llenar de leche mamita!- me susurró en el instante previo.

-Ni se te ocurra- le dije.

No porque no me gustara, al contrario, me encanta sentir los borbotones de semen fluyendo en mi interior, pero de ahí me tenía que ir a una reunión y no habría sido cómodo hacerlo con la concha chorreándome leche, por eso le pedí que me acabara afuera.

Así que ni bien me la sacó, se la agarre y dándole un par de sacudidas, lo ayude a soltar toda esa carga láctea que venía conteniendo desde hace tiempo, porque debo decir que lo que eyaculó fue un verdadero diluvio, una descarga torrencial que parecía no tener fin.

-¡Ahhhhhhhh… ahhhhhhh… ahhhhhhhhh…!- jadeaba mientras soltaba chorro tras chorro de esperma, salpicando los escalones y el suelo con su esencia íntima.

-Me dejaste seco Lau- me dijo luego mientras se subía el pantalón y se lo abrochaba y yo notaba que le seguía saliendo leche y le dije que me moje la tanga no me pude resistir necesitaba sentir el semen de un toro salvaje en mis labios vaginales, lo hizo mientras sacaba unas fotos con cara de relajado.

Yo hice lo mismo, me acomodé lo mejor que pude y le dije que para mí había sido un gusto darle una mano con su abstinencia.

-Pero mejor nos vamos porque si no tu mujer a buscarte- le dije.

-Dale, pero ¿sabes qué?, me quede con las ganas de hacerte la colita- me dijo mientras bajábamos las escaleras, acariciándome justamente esa parte en una forma que certificaba lo que acababa de decirme.

-Ya vas a tener oportunidad - le aseguré.

El se fue al kiosco, seguramente mucho más aliviado y yo me tomé un Uber para ir a la reunión porque si no llegaba tarde, y les aseguro que durante el viaje y hasta un buen rato después me seguían palpitando los labios de la conchita de lo fuerte que me había dado.









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sexo nocturno en Uber 🔥
Posted:Dec 1, 2019 8:35 am
Last Updated:Jan 29, 2020 3:56 pm
11432 Views
Viernes a la noche y yo muy caliente gata en celo..una noche sin mucha actividad acá en la pagina ya que no estaba conectado ninguno de mis (ciber amantes) estaba preparándome para una fiesta en la oficina aun sin saber que ponerme mirando fotos y videos míos y mi marido dándome leche en la boca.Y cuando le comía sus grandes bolas y le chupaba la cola con el chaleco táctico puesto algo que ambos amábamos seguía viendo fotos apretando la cabeza de su rosado y viril miembro de mi policía y me calenté mucho.
Me toque un poco la vagina y pensando que mas hacer y casi dándome por vencida decidí terminar de prepararme para la fiesta., vestido negro liviano taco bajo 5cm.

Seguía muy caliente con muchas sensaciones en el cuerpo y en mi boca por haber visto tantos videos, con ese recuerdo en mente, decidí terminar de producirme y pedir un Uber.
Una vez lista y luego de "Confirmar" el auto la aplicación me aviso que Leonel estaba llegando en 3 minutos. "Hola, estoy abajo. Un auto blanco" me mando por mensaje e inmediatamente baje con mucha expectativa pero también nerviosa y con la adrenalina de no saber que podía pasar en la fiesta ya que mi calentura era demasiada...

Al subir al auto me saludo y vio rápido y luego volvió su mirada sobre mi y me vio fijamente, para repetir su saludo de una mas formal "Buenas noches". Yo, nerviosa, me senté casi sin verlo y arrancamos. Media cuadra después, el semáforo cambio a rojo e intente relajarme. "Todo bien?" me dijo Leonel, y acomodándome el pelo y tratando de no sonar nerviosa, le dije "Si, todo bien... vos?" y me respondió "todo bien, volviendo de entrenar". Cuando me dijo eso, volví a verlo y el también me vio al mismo tiempo, nuestras miradas se encontraron y me di cuenta de lo lindo que era.
Venezolano morocho, 29 añitos, lindos brazos y...en su portada de perfil de Uber tenia una foto en zunga de playa acompañado de una mujer.

En eso el semáforo cambio, el viajo continuo y le dije "tarde para entrenar" y arranco a contarme que era mozo y siempre iba al gym, hacia natación y luego cuando tenia ganas se dedicaba a Uber, eran las 22 30 de la noche yendo a puerto madero en plena avenida libertador la charla fluía re linda y las miradas se seguían cruzando le dije que me gustaba sus fotos del perfil y el, agarrándose el bulto, me dijo "te gusta?" sin poder creerlo y sin ganas de darle mas vueltas le dije que si...

Cuando le dije que "SI" pareció como si un interruptor dentro de el se hubiese prendido y la pija se le marco mucho y muy dura. "Puedo?" y me respondió "si, obvio..." acomodándose un poco, pase mi mano por el asiento de atrás y empece a tocarle el bulto y luego le saque la pija, sin pedir permiso y dando por hecho que el quería. Podía sentir lo caliente que estaba y lo mucho que estaba disfrutando que me metiera mi mano en su linda y morena pija.

Llegando a vicente lopez sin mucho movimiento de transito se paro en una esquina peatonal bastante oscura "Te parece si estaciono ?" y le dije que si,y fui al asiento del acompañante mientras tanto me agache y empece a chupársela y pajeandolo de a poco, se termino de sacar la zunga y la remera, y se la chupe toda... con mucha saliva y hasta el fondo, incluyendo las bolas. Poco a poco fui jugando con mis dedos y acariciando su cola comencé a chuparle la cola, metiendole la lengua. Luego dando besos de su cola hasta las bolas y mordidas suaves para continuar chupandole la pija desde atrás.... y mientras le chupaba la pija, acariciaba su ano. Paso por el lado una mujer paseando su perro, ignorando completamente lo que pasaba adentro del auto: yo escuchándolo a Leo gemir de placer, con la pija dura como una piedra.

Luego se dio vuelta, acostado en el asiento y empece a chuparsela con mucha velocidad y cada tanto ahogándome con su pija en el fondo de mi garganta. Estaba haciendo eso, tan caliente, que de un segundo a otro, sin tiempo de nada, escuche como gemio profundo y sentí como con su verga hasta el fondo de mi garganta me acababa y llena toda la garganta y la boca de leche caliente.Yo estaba tan caliente necesitaba tanto la leche de un macho adentro que no pensé en nada..😈

Me limpie los labios, llenos de leche tan rica como recordaba la de mi difunto marido cuando me la daba por las mañanas muchos de los que me hablan conmigo aca en la pagina desde hace tiempo conocen bien esas historias...
Y el se quedo acostado unos segundos. Puso derecho su asiento, se sentó y luego de suspirar me dijo "bueno, sigamos camino" cuando me di cuenta que mi vestido negro estaba manchado con mucha leche y saliva y le dije que teníamos que volver a mi casa, necesitaba cambiarme de vestido por suerte tenia una segunda opción a mano..

"Entonces te llevo a tu casa de nuevo?" y le respondí que si.Le pregunte si podia fumar en el auto me dijo,"si ningún problema hace lo que quieras"mi placer era maximo en ese momento.. Arranco el auto y riéndose me dijo "que bueno entonces que me llego a mi tu viaje". Estábamos a una cuadra de casa, el en bolas, y me dijo "que bueno que estuvo, nunca me habían chupado la cola.... Me encanto". Llegamos a casa, y me dijo que no le pagara, antes de abrir la puerta le agradecí y le di un beso en el cachete y, como seguía en bolas, me agache y le di un beso en su pija que aun seguía medio dura....

De souvenir, del suelo levante su zunga de baño y le dije "me la puedo quedar de recuerdo para contarle a mis amigas?". Se empezó a reír y dijo "si reina", baje y cerré la puerta. Leo siguió su camino en bolas y yo había tomado lechita. Lista para cambiarme y pedir otro Uber y bailar toda la noche en la fiesta, al otro dia mi sonrisa era grande y mi cara de relajada aun siento el gusto de la leche caliente ..



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caliente en el balcon ❤️
Posted:Nov 19, 2019 6:26 pm
Last Updated:Dec 10, 2021 11:05 am
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A los que me conocen desde mis inicios en esta pagina saben que me hice este perfil con mi marido, buscábamos parejas, hace poco mas de 1 año soy viuda, actualmente no busco nada solo charlar y compartir fotos videos pasar el rato y en un futuro salir a tomar algo como amigos.. después se vera si da para otra cosa.

Mi marido fue siempre al igual que yo muy salvaje en el acto sexual, eso me hace extrañarlo todos los días,nos dábamos mucho sexo con mucha ternura romanticismo y piel, amaba olerle la pija cuando llegaba del trabajo y pese a que se acercaron todos los hombres que me conocen con ganas de darme una buena cojida aun me resisto.

Hace unos dias, cuando tendía la ropa en el balcón de mi casa, por curiosidad me asomé a la casa de abajo, bajando mi vista, cuál sería mi sorpresa de lo que vi, una joven pareja disfrutando del sexo totalmente desnudos, él arriba de ella, mi reacción fue de alejarme por vergüenza, y continuar con mi labor, pero no pude así que regresé para volver a verlos, con cuidado de no ser vista, él era un hombre delgado moreno con sus nalgas al aire moviéndose rítmicamente, ella gemía, también era morena, pelo largo, lo abrazaba con sus piernas por lo que pude ver que solo traía unas zapatillas tipo sandalias, cerraba sus ojos a causa del sol o por el placer que recibía, me gustaba lo que veía, era algo diferente, algo que nunca pude imaginar, sabía que toda la gente lo hace, pero ver otra persona haciéndolo y en vivo era algo extraño, mi corazón latía con fuerza, mi boca entreabierta respirando con dificultad, entre tanto ellos entre jadeos seguían en lo suyo, se detuvieron pensé que habían terminado pero sólo cambiaron de posición, ella se puso a gatas él permaneció de pie, así pude ver los senos de ella eran medianos, con los pezones erectos, el verla desnuda fue para mí algo nuevo, cuando ella se acomodo concentré mi atención en él, bueno mejor dicho en su pene, estaba erecto, jamás había visto otro pene que no fuera el de mi marido, pero éste era diferente, delgado un poco más largo que él de mi marido.

Sin darme cuenta sentí entre mis piernas humedad, una humedad diferente no como cuando hacía el amor con mi marido, esta vez era diferente, mi corazón no dejaba de latir aceleradamente, al tiempo que la pareja de amantes concluía tan hermoso acto sexual, ya que ella dejo escapar un grito no muy fuerte y él unos jadeos similares, se levantaron y se fueron al interior de la casa.

Quedé confundida, agitada y ahora sé que también excitada, ya que en esos momentos inconscientemente me negaba ante ese hecho.

Esas imágenes estuvieron en mi cabeza durante unas horas ya que el trabajo de la casa me absorbió y las olvidé. Esa tarde salí a comprar algunas cosas que necesitaba para la despensa, así que no lo recordé más, pero al regresar, los vi salir de su casa, ahí estaban ellos vestidos, muy tranquilos, cuando sólo hace unas horas los vi desnudos y disfrutándose mutuamente, las imágenes en mi mente revivieron y la excitación también.

Tan pronto entré a la casa deje las cosas en la cocina y me dirigí a mi habitación, tratando de calmarme me recosté pero, las imágenes unas tras otras llegaban a mi mente, los senos de ella, el pene de él entrando, saliendo; ella a gatas, él de espadas con las nalgas al aire, lentamente desabroché mi falda que me hacía presión, me puse de pie , desabroché mi blusa y la dejé caer, ahí estaba sólo con ropa interior, vi mis senos operados y grandes los cuales mi marido me los apretaba con sus grandes manos, aprisionados con mi sujetador mis pezones estaban erectos como los de ella al quitarme las calzas me sorprendí de lo mojadas que estaban, me las acerqué a la nariz y aspiré el olor de mi humedad lo cual me excitó en extremo porque a mi marido le calentaba oler mi ropa.

era la primera vez que sabía cuál era mi olor, me llevé las manos a mi vagina, metiendo un dedo entre mis labios, otra vez me sorprendí con toda aquella humedad, pero sobre todo cuando sentí que me deshacía al meter más mis dedos y tocar el botón tan exquisito, no pude más y me tumbé en mi cama ahí estaba con la cara al techo, con los pies arriba de la cama, las piernas abiertas y flexionadas como una gata.

como cuando te revisa un ginecólogo, pero ese ginecólogo era mis dedos, sensaciones enormes estaba experimentando contorsiones de espalda por toda aquella avalancha de placer, y siempre aquellas imágenes en mi mente,una pareja disfrutando del sexo fuerte como yo lo hacia en ese balcón donde los había visto,

Metía mis dedos en mi vagina, recorría toda mi rajita hasta el clítoris, bajaba nuevamente y entraba primero un dedo luego dos, y por ultimo tres, entre tanto mi otra mano apretaba, jalaba, acariciaba, mis pezones, cuando ya no puede más y exploté, exploté como nunca antes lo había hecho, únicamente con mi difunto marido ; lo disfruté al máximo, mi mano totalmente empapada de mis líquidos, mi corazón latiendo con fuerza, mi vagina disfrutando al máximo, mientras todo el piso del cuarto se llenaba de mi agua caliente.

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la primera vez con mi marido❤️
Posted:Nov 15, 2019 5:27 pm
Last Updated:Dec 10, 2021 11:05 am
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a los 3 años de haber llegado a bs as desde mi ciudad natal en misiones, mientras terminaba mis estudios a la vez hacia curso enfermería aunque después segui otra carrera, mi historia no fue con otro médico o un enfermero o el chofer de una ambulancia, fue con el hombre que me marcaría como mujer un policía.
Cuando el curso estaba finalizando nos enviaban 2 dias a la semana a los hospitales para ver de cerca el ambiente, custodiando había un policía 23 años, muy alto, con buen físico y con buena presencia, y tal como siempre comentábamos con las enfermeras y mucamas, por la forma que se le hacía en la entrepierna de su pantalón azul, parecía que venía con sorpresa.

Por esas cosas que una no siempre puede explicar, comenzamos a tener un trato casi continuo, nuestros turnos coincidían muy seguido. En el ambiente hospitalario nada pasa desapercibido y la enfermera que me secundaba rápidamente se percató del “acercamiento” que había con el “poli”. De mi parte minimicé la cuestión, no era mi intención tener una aventura. Pero mi compañera insistía en que debía tener un buen pedazo de verga. Y en nuestras charlas con ella ya comenzamos a fantasear lo lindo que sería cogerlo en el hospital.

Esas fantasías trajeron aparejado que yo empezara a mirar más su entrepierna cuando hablaba con el me sentía nerviosa me calentaba su cuerpo teníamos quimica al hablar, ahí había algo más que interesante. Un domingo que hacía mucho calor y el aire acondicionado de mi sector se había roto, tuve que dejarme la parte de arriba del ambo y sacarme hasta el corpiño. Como los fines de semana en el sector que yo estaba no había movimiento de pacientes y familiares, invité al policía a tomar algo. Rápidamente pude notar su mirada hacia mis tetas, por aquel entonces grandes aunque hace 3 años me las aumente aun mas, pero que sí se notaban y más por lo fino de la tela blanca que marcaba el contraste de mis pezones, mido 1,60, peso 55 kg y al lado de el me sentia protegida eso me calentaba y sí tengo una cola y piernas llamativas, pues usando tacos altos, eso resalta más mis virtudes.

En un momento observé que su pantalón estaba más abultado y eso comenzó a quemarme la cabeza. Como él estaba sentado, hice como que tenía que sacar algo de un mueble, así que dado el reducido espacio, debía levantarse. No tuvo opción y cuando se paró, quedó en descubierto, se notaba que tenía un hermoso pedazo. Se sintió avergonzado, pero no le dí tiempo, me acerqué y por encima del uniforme se lo acaricié. Se quedó petrificado por un instante, pero reaccionó rápidamente y comenzó a abrir mi ambo, mientras comenzamos a besarnos alocadamente. Se quitó la pistola, cargadores y demás cosas que ellos llevan y yo pude abrir su pantalón, bajar su bóxer y liberar un hermoso pedazo de miembro venoso con una cabezota morada que llenaba mis dos manos.

Con sus manos subió mi pollera y bajó mi tanga. Jugó con mi clítoris y yo ya me había mojado totalmente. Fuera de todo lo racional, con la cabeza descontrolada, me agache y metí parte de esa hermosa verga en mi boca. Qué placer!!! Lo que tanto habían imaginado muchas de mi trabajo, ahora lo cumplía yo. Se la mamé, le chupé los huevos eran enormes! y volví a llevármela a la boca. Ahora entiendo la sensación que se tiene ante una verga de ese tipo. Antes pensaba que era mentira que las mujeres intentan metérsela hasta ahogarse. No. No es mentira, es una realidad. Yo misma hacía fuerza para llegar hasta la base de su tronco, pero me ahogaba y me daba la sensación que iba a vomitar, pero aún así y con los ojos llorosos, la embestía para comérmela toda.

En un momento puso su mano en mi cabeza y presentí por sus gemidos que vendría su acabada. Lejos de retirarme seguí mamándosela y cuando comencé a sentir que esa cabezota expulsaba una espesa leche en mi boca, dejé de moverme, palpando esos latidos que producía mientras largaba todo su semen. Me lo tragué todo, como si quisiera eliminar toda evidencia. Así, yo desnuda y el a medio vestir, seguimos besándonos apasionadamente hasta que en unos minutos comencé a sentir que su verga estaba nuevamente como una piedra, quiso recostarme sobre el escritorio, pero dado el poco espacio que había tuve que apoyar mi torso sobre el escritorio y ofrecer mi parte trasera para que él me penetrara. Tal lo imaginé, hizo jugar la cabeza en mi vagina, la lubricó y sin miramientos me la puso hasta la mitad. Dios!!! Puedo asegurar que me levantó con ese pedazo de obelisco, pero así como me dolió, otra vez mi lado de Gata salió de mí. La quiero toda le dije.

El comenzó a decirme muchas cosas sucias y eso me hizo descontrolar más, también él había perdido toda esa amabilidad que lo caracterizaba, lo sentía salvaje, totalmente sacado. Me terminó de enterrar la verga hasta las pelotas y tras un par de golpes fuertes no pude controlar un hermoso espasmo que traía un orgasmo infernal, así que este polvazo me liberaba todas esas tensiones acumuladas. Él siguió en su estado de descontrol, casi primitivo. Me la metía bien fuerte y a fondo, cuando comenzó nuevamente a gemir y aceleró su movimiento pélvico, pude saber que venía su leche, lo que me llevó a tener un orgasmo simultáneo con su acabada.

A partir de ese día, yo me ofrecía voluntaria para estar sábado y principalmente los días domingos pero no volvimos a tener sexo en el hospital porque me llevo a vivir con el, durante años fui la señora del poli del hombre que marco mi vida y mi cuerpo al cual extraño su verga cabezona que me hizo latir la cola durante años.

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gata viuda extrañando a mi poli ❤️
Posted:Nov 9, 2019 4:28 pm
Last Updated:Dec 10, 2021 11:05 am
11257 Views
Las persianas están bajas, entran apenas algunos ases de luz. gusta estar en penumbras en nuestra habitación, el mundo está afuera, lejos, silencioso. Puedo escuchar mejor mis pensamientos, las sensaciones toman vida y recorren mi piel lentamente, expandiéndose.

Te extraño. Extraño tu cuerpo tu pene erecto ,tu barba cuando me roza, tu mirada cuando me penetra. Mi cuerpo te extraña, necesita tu contacto. Evoca tus manos acariciándome lentamente, abarcándome toda. Mi piel se eriza con sólo pensarte. Extraño la sensación de estar contenida en tu abrazo.

Mi cuerpo desnudo se abraza a la almohada, la aprieto con mis piernas, mis manos te buscan en la oscuridad y encuentran mi propio cuerpo. Comienzo a acariciarme como lo hacian tus manos cuando pensabas que estaba dormida. Recorro mis brazos, mis muslos, mi estomago. Quisiera sentir tu brazo rodeándome la cintura, llevándome hacia vos, pero no estás.

Bajo lentamente , recordando tus dedos cuando entrabas con tu uniforme y ese bulto apretado, hurgando en mi vagina hinchada de deseo, rozo el clítoris y me estremezco. Dios! Cuánto te necesito!

Busco en mi cajón el consolador que compramos para jugar juntos, tan real, tan parecido a tu miembro y a la vez tan remotamente distinto. Lo pongo en mi boca imaginando el placer inmenso que te provoca verme con tu verga en mi boca, lamo tu humedad, paso mi lengua lentamente por la cabeza, la giro, la tomo completamente con la boca y la chupo imaginando tus pulsaciones, la acaricio completa, la toco suavemente con las manos… y me sumerjo en mi vehemencia y lo hago con pasión, totalmente poseída por tu recuerdo de mi policia macho.

Mis manos recorren mis hinchados pechos llenos de silicona, con las yemas toco los pezones, con la puntas de los dedos los estrujo despacio, para subir más y más la presión.

Saco el consolador de mi boca empapado de mi saliva y lo paso por mi cara, por mis pezones, por mi vientre, queriendo recordar exactamente como me recorrés el cuerpo acariciándome con tu verga tiesa y vibrante.

Lo hago recorrer todo mi sexo empapado, su cabeza empuja por entrar, por abrirme. Pero estoy completamente abierta y deseosa, y entra fácilmente, hasta el fondo.

Por un instante me quedo inmóvil, sintiendo la entereza del miembro dentro, me siento completamente llena, excitadísima. Me levanto con él dentro y monto la almohada, como si te estuviera montando, pero te siento detrás mio, tu respiración caliente en la nuca, tu lengua que me recorre la espalda, tu voz susurrándome al oído tu deseo.

Sin darme cuenta estoy moviéndome, arqueando mi cuerpo de tanto placer, te tengo dentro sin tenerte, mi clítoris roza la almohada, mis pezones las sábanas… y un orgasmo me atraviesa el cuerpo, me derrite por dentro mojándolo todo de mis líquidos calientes, con espasmos incontrolados y deliciosos.

Me quedo quieta sintiendo la profundidad de mi orgasmo e imaginando tu semen caliente dentro mío, llenándome por completo.

Lentamente, me deslizo en la cama, necesito recuperar el aliento e imaginar tu abrazo.

Me quedo dormida con vos adentro,abrazando tu chaleco vacio sin que estés, me pongo la lencería negra que te calentaba imaginando tu presencia en tu absoluta ausencia. {=}


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